[Esta semblanza de Juan Antonio Valdés fue presentada en el coloquio "Sociedades mayas milenarias: Crisis del pasado y resiliencia" en el Museo de Quai Branly, Paris, 2 de julio de 2011.]

Es difícil hablar del Dr. Juan Antonio Valdés a tan pocos días de su sensible fallecimiento el 21 de julio, y lo es mucho más el tratar de sintetizar su obra y trayectoria, pues toda una vida dedicada a la arqueología y la docencia, y a mejorar la política cultural de nuestro país no se puede resumir en unos minutos, pero resaltaré lo más relevante.

Juan Antonio nació el 15 de marzo de 1954 en San Cristóbal, Alta Verapaz, en el seno de una familia amorosa y tradicional. Hijo de Don Luis Valdés y Doña Julia Gómez de Valdés. Fue el penúltimo de ocho hermanos. Lo sobreviven su madre y cinco de sus hermanos.

En una de las últimas entrevistas que le concedió a un periódico él mismo se definió como "una persona sensible, positiva y sincera; enamorada de la historia del país, pues desde niño le agradaba leer acerca de las tradiciones y leyendas guatemaltecas." Ello lo llevó a estudiar en la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC). Cuando empezó en la San Carlos (1973) todavía no existía la carrera de arqueología como tal, pero al poco tiempo se abrió la especialidad y Juan Antonio fue la segunda persona en obtener el grado de Licenciatura en Arqueología en Guatemala y graduarse como profesional en 1979. A pesar de ser una carrera no convencional y con aparente "poco futuro" en nuestro país, Juan Antonio se aventuró en lo que sería su pasión por el resto de su vida, la arqueología.

En 1980 se vino a París para continuar sus estudios, cursó un diplomado en Etnología Prehistórica y Protohistórica, en la Universidad de La Sorbona, donde obtuvo un doctorado en arqueología en 1982, siendo el primer guatemalteco en obtener este grado académico en tan prestigiosa universidad.

De regreso en Guatemala participó en muchos proyectos arqueológicos, dirigió excavaciones y proyectos de investigación, se desempeñó como catedrático tanto en la Universidad de San Carlos como en la Universidad del Valle de Guatemala y con frecuencia era invitado a México a dar conferencias y cursos de actualización en la Universidad Nacional Autónoma de México. Dirigió y asesoró varias tesis y proporcionó innumerables oportunidades a los estudiantes para trabajar en sus proyectos y también para obtener becas en el extranjero.

Como maestro era estricto y le gustaba el trabajo bien hecho; le incomodaba que sus alumnos no tuvieran un buen rendimiento, pero su labor no se limitaba a la transmisión de su vasto conocimiento, sino que también les inculcaba valores y los motivaba a realizar trabajos de calidad, a tener una conducta ética y de respeto hacia los demás. Su actitud como maestro se puede calificar muy bien con el dicho de que "Hay que predicar con el ejemplo" y definitivamente el ejemplo de Juan Antonio dejó una huella imborrable en sus alumnos y en la arqueología de Guatemala. Tuvo parte activa en el proceso de formacion de todas las generaciones de arqueólogos que le siguieron.

Siempre sonriente, generoso y amable, siempre dispuesto a colaborar y darle una mano a quien lo solicitara. Así lo recuerdo, como un hombre positivo tratando de ver el lado bueno a las cosas. Si hacía críticas lo hacía siempre con el afán de mejorar; para él todo podía mejorarse. Era un experto en encontrarle soluciones a los problemas y al escucharlo hablar nada parecía imposible. No perdía la objetividad y estaba siempre abierto a nuevas ideas y posibilidades.

Entre sus obras más destacadas se pueden mencionar:

Su libro más reciente, Mayas de Kaminaljuyú, publicado por el Museo Miraflores, Fundación G&T Continental, La Ruta Maya y Spectrum, que es un catálogo de las piezas de la colección del Museo Miraflores.

Tikal y Uaxactún en el Preclásico, escrito en colaboración con Juan Pedro Laporte, Universidad Autónoma de México, 1993.

Secretos de dos ciudades mayas: Copán y Tikal, en colaboración con Ricardo Agurcia, La Nación de Costa Rica, 1994.

Obras maestras del Museo de Tikal (Guatemala), escrito con Federico Fahsen y Héctor Escobedo, Parque Nacional Tikal, 1994.

Reyes, tumbas y palacios: La historia dinástica de Uaxactún, también en colaboración con Fahsen y Escobedo, Universidad Autónoma de México, 1999.

Está por salir publicada La historia de arquitectura maya del Petén trabajo que tomó 3 años, de 2008 a 2010, DIGI-Escuela de Historia, USAC.

Y numerosos artículos y capítulos de libros.

Su última aportación al Patrimonio Natural y Cultural de Guatemala fue la elaboración y revisión, como parte del Comité de ICOMOS-Guatemala, de la lista indicativa de sitios para presentarlos como candidatos para ser reconocidos como Patrimonio Mundial a la UNESCO. La propuesta de 10 sitios de Guatemala se entregó recientemente aquí en París hace pocos días.

Algunos de sus cargos más notables son:

Curador del Museo Miraflores, institución que él ayudó a crear. Posición que ocupó desde 2002 hasta su muerte.

Investigador titular del Instituto de Investigaciones de la Escuela de Historia, USAC (1986-2011).

Director de la Carrera de Arqueología de la Escuela de Historia, Universidad de San Carlos (1987-1993).

Director General del Patrimonio Cultural y Natural y Director del Instituto de Antropología e Historia, del Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala (1996-1998).

Entre 1983 y 2011 fue Director, codirector y administrador de proyectos de investigación arqueológica en Uaxactún (1983-1986), Tikal (1987-2000), Dos Pilas, Tamarindito (Proyecto Petexbatun 1990-1994), Aguateca (1999-2000), Kaminaljuyú (1994-1996), Chocolá (2003-2004), La Blanca (2004-2008), y recientemente en Gumarcaaj (2009-2011), proyecto que aún continúa.

Fue docente en la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala hasta el presente año.

En 2008 recibió la Orden Presidencial "Orden Nacional del Patrimonio Cultural de Guatemala", por parte del Presidente de la República a través del Ministerio de Cultura y Deportes.

En 2007 fue nombrado "Investigador Universitario del Año", otorgado por la Dirección General de Investigación de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

El último reconocimiento que se le otorgó a Juan Antonio en vida, le fue como "Arqueólogo Destacado del Año", otorgado por Eventos Antigua Guatemala y la Municipalidad de Antigua Guatemala dentro del marco de la IV Convención Mundial de Arqueología Maya 2011, en la Ciudad de Antigua Guatemala el 17 de junio del presente año.

Juan Antonio fue un hombre muy correcto y educado; andaba impecable siempre, luciendo en el rostro una gran sonrisa, de ojos vivaces y con un sentido del humor como pocos. Nos dejó un gran legado y un ejemplo difícil de igualar. Se preocupó mucho por la protección del patrimonio cultural, por su investigación, conservación, pero también por la difusión.

Entre otras cosas él pensaba que la cultura debía estar al alcance de todos y que era nuestro deber formar y crear conciencia de lo importante de nuestro pasado. Que la arqueología era muy importante para el país pues "Debemos saber de dónde venimos y hacia dónde vamos", "La sangre que tenemos los guatemaltecos es un hilo conductor que nos une entre el pasado y el presente".

Juan Antonio te recordamos y te recordaremos siempre con una gran sonrisa, como un gran maestro, maravilloso amigo y un ser extraordinario.


Con Héctor Escobedo.

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