Viendo hacia el Oeste de entre las muchas columnas que dan su nombre al complejo de las Mil Columnas, pueden verse el Templo de los Guerreros a la derecha y, más allá, el llamado Castillo. El uso de columnas en las ciudades mayas (nótense los capiteles cuadrados sobre muchas de ellas) se ha interpretado como diagnóstico de contactos con grupos no mayas, pues la arquitectura maya del período clásico prácticamente nunca hizo uso de columnas.