En el primer plano, la hierba crecida revela los restos de cámaras semiderruídas. La curiosa construcción de perfil dentado que corta la parte superior de esta imagen es parte de una fachada conocida con el apodo de "El Palomar". Este apodo le fue dado por sus múltiples perforaciones, lo que la hace reminiscente de los huecos en los que las palomas hacen sus nidos. En realidad, se trata de una larga y grácil crestería o fachada volada, que adornaba un largo edificio bajo que formaba parte de otro espacio cuadrangular. A juzgar por su relativa abundancia, este tipo de espacios parece haber sido muy común en Uxmal. Esto pudo haber tenido algún tipo de significado cosmológico, pues para los mayas el Universo es un espacio cuadrangular, orientado hacia los puntos cardinales.